31 de marzo de 2015



Album: Conjunto Folklorico Paraguayo Amerinda Vol.2.
Interprete: Conjunto Folklorico Paraguayo Amerinda.
Nº de Cat: PLP 5004.
Sello: Antar S.A.
Genero: Folklore.
Sonido: Monoaural.                             Matriz: B 4018/ B 4019.
Año: 1959.


Temas:
Lado 1:
1. Despertar de mi aldea, (polca paraguaya).
  [E. Samaniego]
2. Guarania del amor, (guarania).
  [W. Rosconi - R. Sanabria]
3. Fiesta india, (polca estelirizada)
  [R. Sanabria]
4. Tu cabezita en mi hombro, (cancion)
  [P. Borges]
5. Frutos de la tierra, (polca paraguaya).
  [E. Mendez. F]
6. Fruta del amor, (Yvapuru) (cancion)
  [E. Soriano – R. Sanabria]

Lado 2:
1. Grito del pueblo, (Tategua Sapucai) (cancion guarani)
  [V. Montorfano – F. Perez Cardozo]
2. Paso yoval, (polca paraguaya)
  [E. Samaniego]
3. Sortilegios del amor, (guarania)
  [E. Lester - R. Sanabria – N. Laconich]
4. Lagrimas de madre, (polca paraguaya)
  [R. Sanabria – N. Laconich]
5. Josefina, (cancion paraguaya)
  [M. Cardozo Ocampo – A. Sanchez Goiburu]
6. Cosecha de mandioca, (Mandi-kyty) (polca paraguaya)
  [O. Rojas]
7. Si supieras tu, (guarania)
  [Mario Clavel - “Paupee”]


Conjunto Folklorico Paraguayo “Amerinda”.
Dirección: Julio Ortiz Arias.
Arpas: R. Sanabria y E. Samaniego.
Canta: Alejandro Franco.


Comentario de la contra-tapa:

Asistimos a una saludable afirmación y desarrollo de las manifestaciones culturales propiamente latinoamericanas. 30 años atrás seguía aun en todo el continente bajo la influencia polarizada de corrientes de culturales foráneas, sobre todo en los ambientes urbanos en los círculos intelectuales, en desmedro de las expresiones musicales, literarias o genuina inspiración nativa. Estas expresiones que representan nuestra autentica personalidad latinoamericana, estaban relegadas a ambientes pueblerinos o a selecto círculos “fanáticos” tradicionalista, carentes de estimulo. La CULTURA se podía esperar solamente en los países “civilizados” de ultramar. Toda exprecion cultural nativa era signo de “incultura” y había que “superarla”. Felizmente esta mentalidad ha sido desplazada por el empuje vital de nuestro potencial animico-espiritual, en franco proceso de recuperación de los factores naturales que componen la formación de la personalidad latinoamericana. Este re descubrimiento de América Latina en su hasta ayer desconocida e ignorada faz cultural, ha merecido la atención y el interés, tanto del publico y del instigador americano, como de otros ámbitos culturales como el europeo, el asiático o el africano, donde se valoran los diversos matices de nuestras expresiones latinoamericanas. Ya NUESTRA AMÉRICA no es solamente la tierra de los metales preciosos y de las aventuras para el fácil enriquecimiento de intrépidos conquistadores o audaces financiastas. América Latina viene ocupada un puesto de relieve en escala de los superiores permanentes valores humanos, con su cultura proyectada en las latitudes del mundo y abierta a las corrientes universales del espíritu del hombre de nuestro tiempo, acortando distancias y enlazando vínculos de intercambio espiritual.
La presencia, en todas partes del mundo, de conjuntos folklorico -modesto en su origen, valiosos en su misión de hacer conocer las expresiones del espíritu de nuestro pueblo- señala este ascenso de nuestro de nuestros valores culturales.
El CONJUNTO FOLKLORICO PARAGUAYO “AMERINDA” lleva en su propia denominación la esencia de su inquietudes y de su carácter, consecuentes con lo que afirmamos. Consagrados los “AMERINDA” a la espontanea misión, de difundir el mensaje espiritual del pueblo del pueblo paraguayo, sin mas estimulo que el cálido aplauso del publico, sus integrantes interpretan con verdadera calidad las aspiraciones musicales del hombre hispano-guarani.
JULIO ORTIZ ARIAS en la Dirección; Ruben Sanabria y Enrique Samaniego,en las arpas y Alejandro Franco en la canción, constituyen el armonioso conjunto “AMERINDA”. Para estos paraguayos, inspirado artistas surgido del seno de su pueblo,
que enaltecen los inagotables valores de un pueblo latinoamericano, son dedicados estos juicios y conceptos a manera de estimulo y los votos por un permanente perfeccionamiento en el ejercicio de su arte.


                                                                                   Orlando Rojas. 

1 de marzo de 2015


Álbum: Francisco Espinola Narra Sus Cuentos.
Interprete: Francisco Espinola .
Nº de Cat: PLPS 5016.
Serie: Serie III Escritores del Uruguay Nº1.
Sello: Antar S.A. / Sodre.
Genero: Narrativa/ Lírica.
Sonido: Monoaural.                           Matriz: PLPS 5016 -A/-B.
Año: 1962.


Temas:
Lado 1:
1. El Hombre Pálido.
2. Rodriguez.

Lado 2:
1. ¡Que Lastima¡.

Comentario de la contra-tapa del discos:

Francisco Espinola nació en San Jose de Mayo, departamento de San Jose, el 4 de Octubre de 1901.
En 1926 publica “Raza Ciega” colección de 9 cuentos, cuyo orden de creación es el siguiente: “Visita de Duelo”, “El Hombre Salido”, “Maria del Carmen”, “Yerra”, “Cosas de la vida”, “Pedro Iglesias”, “El Angelito”, “Todavía, No”, “Lo Inefable”. Con este libro queda situado entre los grandes escritores de su paísAsí lo consagra Alberto Zum Felder y lo rectifica mas tarde Carlos Reyles con el estudio que le dedica en el ciclo sobre Literatura Uruguaya conmemorativo del centenario de la independencia Nacional.
En 1930 da a la prensa “Santacito”, relato para niños compuestos 4 años antes, y en 1933 publica su novela “Sombra Sobre la Tierra” en la Sociedad de Amigos del Libro Rioplatense.
Su estilo y su temática se transforman profundamente
La fuga en el espejo”, drama pantomimo que en 1937 se estrena en Teatro Urquiza. Sin embargo, la narración sigue siendo la forma en que Espinola se expresa con mas frecuencias, y en 1950 se edita “ Rapto y Otros Cuentos” que contiene 4 relatos escritos en diferentes épocas: “El Rapto”, “Los 5”, “¡Que Lastima¡” y “Rancho en la Noche”.
Escribe en 1954 un dialogo sobre la recepción estética, “Milon o el Ser del Circulo”que edita ese mismo año.
En 1961 el Ministerio de Instrucción Publica le otorga el Gran Premio de Literatura y la Universidad de la República recoge en un volumen los cuentos de Espinola, ya conocidos en diversas ediciones, a que se agrega: “Las Ratas” (1933), “El Milagro del Hermano Simplicito” (1936), “Rodriguez” (1958).
Al invitar a Francisco Espinola a decir sus cuentos para un numero indefinida de oyentes invisibles, SODRE cumple con una de sus misiones mas importantes que determinaron su creación: defender los fueros de la palabra viva, de la palabra que mueve, musical y significativamente, el aire interpuesto entre una boca que habla y un oído que escucha,
En el acto de leer sus cuentos Espinola no hará cosa que retituirlos a su verdadero origen que es el origen de toda poesía autentica, en el sentido mas exacto del termino: el de creación parlante del mundo de sonidos que piensan.
Por eso todo leector debería ser un audio, alguien capaz de oír la voz del poeta a través de la escritura, la cual no es otra cosa que el fantasma de esa voz, el documento del hecho poético y no el hecho mismo. No se puede entonces comprender una obra literaria con solo verla: es necesario, ademas y sobre todo, oírla.
Pero. por desgracia no todos los lectores tiene esta capacidad auditiva frente a lo escrito, la voz del escritor, diciendo sus propias palabras, es el mejor de los comentarios, tienen mas valor que cualquier análisis critico profundo y sutil que este sea.
Así, Espinola, poniendo sus cuentos en su voz, nos curara de de la posible sordera que hemos tenido para leerlos y hasta es probable que a muchos, nos cure definitivamenteenseñándonos como deberíamos oír en adelante las lecturas que merezcan ser oídas.
Por otra parte, creo que no hay ningún lector de Francisco Espinola que no conozca su fama de decidor de cuentos de juglar sus propias trovas. El que repite sus propias anécdotas de un cuento hecho por Espinola siempre agrega indefectiblemente: “Pero hay que oírselo contar a Paco ; así no es nada, no se puede repetir”.
-“No falta mas”, diría Paco ante un comentario de esta naturaleza.
En una 1º audición, nos cautiva el misterio que vendrá, la novedad incesante del relato; en una 2º, nos entregamos a la voluptuosa de anticipar imaginariamente el acorde narrativo que sobreviene y que, inevitablemente, nos sorprende, como si nunca, hasta entonces, lo hubiésemos oído.
Hoy, eso si, escritores despiertan mas que otros, nuestro deseo de oíles la voz de carne y hueso, sin que ello implique siempre una diferencia en calidad o excelencia de las obras.
Así en mi caso particular no me habría interesado, mas como simple curiosidad, el escuchar a Horacio Quiroga: en cambio me interesa enormemente escuchar a Espinola, a pesar de olor tantas veces, o quizá a causa de ello.
Sin embargo, estoy seguro que el mayor placer lo experimentara el mismo Espinola, pues, ¿que mas puede desear un escritor que salvar enormes distancias con su propia voz, atravesara paredes de una habitación para hablarle de cerca a un oyente lejano y acompañar quizá a un hombre solitario, sin destruirle la soledad?.


                                                                                     Guido Castillo.